Friday, October 18, 2013

And when a train goes by


Me gustan mucho las palabras que tienen en su origen una onomatopeya. Me encanta poder decir que los gatos maúllan y ronronean, aunque en inglés suena mucho más bonito (because they meow and purr). Así que, inevitablemente, la música que pretende recrear sonidos del mundo alrededor me resulta adorable.

Tres ejemplos hermosos son "Sky Train" (1983) de The Creatures, "Nowhere Fast" (1985) de The Smiths y "Kundalini Express" (1986) de Love and Rockets que, como puede sospecharse por los títulos de la primera y la última, tienen una base rítmica montada sobre la "onomatopeya" de un tren.

"Sky Train" es la más extrema de estas rolas pues el rollo con The Creatures era tratar de crear atmósferas complejas con una potencia casi ensordecedora a partir de dos únicos recursos (bueno, más el mixing y uno que otro instrumento exótico): la maravillosa voz de Siouxsie Sioux y la bestialidad de las percusiones a cargo de Budgie (Y cuando digo bestialidad, lo digo en serio, el tren de esta canción lo atropella a uno).

"Nowhere Fast" tiene una vibra más country, pero en las percusiones y el bajo transita aquella máquina a la que Morrissey describe como poseedora de un triste sonido. Supongo que como muchos otros compositores británicos, sin el privilegio de haber nacido en Londres y aparentemente condenados a la vida de las ciudades industriales, Morrissey también soñaba con su escape de Manchester cada vez que escuchaba un tren pasar.

"Kundalini Express" es la más cínica (No podía ser de otra forma viniendo de Love and Rockets). La letra de la rola hace un mash up bastante cómico entre la imagen del famoso Expreso de Oriente y la "filosofía" del Yoga Kundalini. El resultado es un tren capaz de llevarte al Nirvana si es que te atreves a subirte en él a pesar del distorsionadísimo rugido que emite. Rugido cortesía, por supuesto, de las guitarras de Ash y las percusiones de Haskins.

Pero ya que he mencionado a Daniel Ash y compañía, no puedo evitar adelantarme un poco en el tiempo e incluir un bonus track. Quizá la más impresionante onomatopeya musical que haya escuchado: "Motorcycle/I Feel Speed". Cuarto y quinto cortes del álbum Love and Rockets de 1989 aunque, realmente, una única pieza. De nuevo, los Rockets hacen de las suyas. La letra de la canción presenta a un vato al que le encanta andar en su motocicleta porque lo hace sentir libre ("aunque no vaya muy rápido"). Gracias a la textura de la segunda parte, no puedo evitar imaginar al protagonista en pleno alucine químico mientras corre por alguna calle europea montado en una Vespa, aunque la atascadez de los instrumentos en la primera parte intente convencer de que está soñando con una Harley.

Sea como sea, también puedo imaginarme a Ash como un niño cuyo pasatiempo favorito era robar las cazuelas de la cocina para hacer ruidos experimentales, y a su madre, desesperada, persiguiéndolo por toda la casa para tratar de callarlo hasta que, eventualmente, decidió comprarle un saxofón. Pésima idea, el ruido fue peor (escucharlo en el sax con todas sus bandas, sobre todo con Bauhaus, es un viaje). La pobre mujer, entonces, trató de sobornarlo con una guitarra. No sabía lo que hacía... Seguramente se quedó sorda, mientras que un montón de fanáticos harapientos y embarrados con delineador negro, descubrimos que dicho instrumento es mucho más poderoso que cualquier motocicleta y que cualquier tren.

Las rolas:

Trains

Adenda 19/03/2014

El tren en que viajé el viernes pasado y que había olvidado por su fineza: "Trans-Europe Express" (1977) de los siempre asombrosos Krafwerk.

¡Pu, pu!

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