Saturday, July 20, 2013

Oh, how I love you!


Esta nota es un viaje en el tiempo, al menos para mí que he vivido en los ochenta desde el inicio de este año. Como había escrito antes, me embarqué en un curso en línea sobre la historia del Rock. He terminado la primera parte y ahora voy en la segunda semana de su continuación. Durante el bloque de clases que lo inauguró, el profesor, fantástico-soy-tu-fan-John-Covach, nos recetó un montón de álbumes que he estado escuchando de a poco (sobre todo porque algunos géneros no me agradan tanto). El que elegí para comenzar con mi tarea fue Days of Future Passed (1967) de The Moody Blues. La razón, una de las canciones que incluye me encanta, pero siempre me había ocasionado conflicto que así fuera. Es una love song, a primera escucha súper melosa que, para rematar, tiene unos arreglos de cuerdas casi tan bombastic como los que llegaría a hacer en un futuro Marc Bolan. 

Bueno, en realidad lo escogí porque el profe explicó que este disco podría considerarse algo así como "Proto-progresivo", en el sentido de que tiene un concepto, un explícito recurso a la música clásica y un fuerte uso del mellotron, proporcionándome, entonces, un pretexto perfecto para escuchar sin culpas mi inexplicablemente querida "Nights in White Satin". 

Mientras lo programaba en Grooveshark, me encontré con la historia de que el álbum surgió tras la petición de Decca Records a la banda para armarse una reinterpretación de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák, con el fin de presumir las novísimas técnicas de grabación en estéreo de su división Deram. The Moody Blues, decidió no hacer caso a la solicitud y presentó, en su lugar, un ciclo de canciones sobre un día de trabajo. Al parecer, esta historia es una leyenda pero el Rock, en buena medida, es fascinante por estar lleno de ellas, así que esto ocasionó que mi tarea de escucharlo fuera más urgente.

El corte inicial es una extravagancia orquestal titulada "The Day Begins", a la que le toma casi veinte segundos comenzar a ser audible y que, en la marca del minuto con treinta, introduce la frase con las notas características de "Nights in White Satin", mismas que se repiten con mayor grandiosidad alrededor de los dos minutos con veinte, para establecerlas como leitmotiv de la obra. A los cuatro minutos, entra una voz que describe a la luna y sus efectos en la percepción en sus últimos momentos antes de la salida del sol. Los versos: "Cold hearted orb that rules the night, Removes the colours from our sight, Red is gray and yellow white. But we decide which is right, And which is an illusion?" son las primeras líneas que se escuchan, y serán también las últimas cuando "The Night: Late Lament" cierre el álbum.

La luz del sol es anunciada por una balada de nombre "Dawn: Dawn Is a Feeling" que promete un día de mil años, lleno de esperanza. "The Morning: Another Morning" pinta un retrato casi bucólico de niños jugando en los parques, cerca de estanques llenos de peces, tras parodiar una marcha militar con todo y su llamado a formación, cortesía de una trompeta. "Lunch Break" es una suerte de "reprise", a bastante más velocidad, de la pieza anterior donde se aprovecha para insertar motivos de "Dawn Is a Feeling". Un silencio introduce "Peak Hour", una de las canciones más duras y psicodélicas del disco. En ésta se detalla el sin sentido de las multitudes corriendo de un lado a otro durante la "hora pico", mientras el narrador les pide recordar que, por mucho esfuerzo que pongan en ello, no será posible que le ganen al tiempo; que su prisa es sólo una convención bastante ridícula. "The Afternoon: Forever Afternoon", otra rola psicodélica, permite una pausa en el día; un momento de reflexión y de disfrute con la naturaleza. "The Afternoon: (Evening) Time To Get Away", celebra el término de un día de trabajo, pero no sin dejar un cierto dejo de amargura respecto a lo vacío que resulta un esquema de vida en que la labor está fundamentalmente dirigida al consumo de bienes. Psicodélica también, por supuesto, y con muchos matices que evocan a The Who. "Evening: The Sunset", con armonías medio orientales, regresa la mirada a la naturaleza, a los planetas en el cielo, a las sombras silenciosas. "Evening: Twilight Time", rockerísima y posiblemente inspiración para algunas de las rolas más representativas del Pink Floyd de Barrett, invita a disolverse en la fantasía, en el baile; a llenar de sueños el aire, ya sin la necesidad de esconderse de la luz. "The Night: Nights in White Satin", G L O R I O S A. El corte que suma las frases más bellas de las partes orquestales del disco, sin dejar de ser, por ello, una canción capaz de llegar a las cimas de las listas de popularidad. Aunque no en la fecha de su lanzamiento, despojada de varios minutos de su belleza, sino en 1972, íntegra, luego de que canciones como "Hey Jude" de los Beatles o "Layla" de Derek and the Dominos hubieran enseñado al público que un "sencillo" puede durar más de tres minutos. 

Esta canción incluye además "Late Lament", cuyas últimas líneas he citado y me hacen cuestionarme si "Nights in White Satin" es simplemente una canción de amor. Justin Hayward ha dicho que la escribió a los diecinueve años (dos años antes de grabarla), que su inspiración fueron unas sábanas de satén, obsequio de uno de sus amigos. También, (más de cuarenta años después de su lanzamiento) que la escribió en un periodo en que se encontraba saliendo de un romance para entrar a otro. Sea cual sea la historia, la posición que ocupa dentro de la obra completa enriquece su sentido. Yo me atrevo a imaginar que la estrofa que en dos ocasiones conduce al sentidísimo coro es la respuesta implícita a la pregunta con la que saluda y se despide el álbum:

- But we decide which is right, and which is an illusion?
- Beauty I'd always missed with these eyes before, just what the truth is I can't say anymore. 'Cause I love you. Yes, I love you. Oh, how, I love you!

¿Qué tal si el histérico "Oh, how I love you!" estuviese dirigido a la luna; a esa amante blanca y fría como el satén? ¿Qué tal si ese grito fuera una súplica que intenta convencer a la noche de volverse eterna y preservar a su súbdito en la ilusión, sin tener que enfrentar el hecho de que otro día del futuro ha pasado?

Pick your poison. En mi caso, decido dejar de desconfiar en mis instintos y dedicarle ese coro al cofre que engalana. "Yes, I love you." Days of Future Passed, estoy enamorada.

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