Monday, July 15, 2013

Look me in the eye


Además de la lista de álbumes que comencé con la nota anterior, debería hacer otra: la de los discos que he redescubierto gracias al ejercicio de recorrer cronológicamente mi colección. Después de mucho tiempo de olvido, hay varios que me sorprenden y no puedo creer que no los tuviera siempre presentes. Me vienen a la mente, por ejemplo, Marquee Moon de Television (1977), el homónimo de Killing Joke (1980), el asombroso Mask de Bauhaus (1981), More Fun in the New World de X (1983), entre otros tantos. No obstante, por el momento, me limitaré a escribir un poco sobre los cuatro que corresponden al año 1984.

Three of a Perfect Pair de King Crimson

Debo admitir que el Rock Progresivo no es un género que llame demasiado mi atención. Aunque aprecio el virtuosismo de algunos de sus representantes, debo encontrarme en un estado de ánimo cercano a lo contemplativo para verdaderamente disfrutarlo. En términos generales, la complejidad de las composiciones no me atrapa y tiendo a distraerme. Las letras tampoco suelen ayudar. A veces, las combinaciones místico/filosóficas que presentan me resultan muy vagas para identificarme. Otras veces, sus narrativas me parecen rayar en el melodrama. Para resumir, raras son las ocasiones en que se me antoja escuchar un álbum de Progresivo, a menos que se trate de alguno de Pink Floyd, Rush o King Crimson.

Ahora, a pesar de que el virtuosismo que cada uno de los integrantes de Pink Floyd es/era capaz de desplegar no puede negarse, nunca fueron una banda que apuntalara su trabajo en esa habilidad. Es atípica en ese sentido; con raíces más profundamente sumergidas en el rock tradicional y su evolución hacia la psicodelia. Quizá por eso me dice tanto. Rush, también es una banda atípica pues, mientras mantienen un pie en las características que permiten considerar al Progresivo un género como tal, el otro lo tienen firmemente plantado en el Heavy Metal y, bueno, en algún momento de mi adolescencia fui una suerte de "metal head". 

Es curioso, sin embargo, que en el caso de Pink Floyd sean las letras lo que me haya enganchado a ellos (Aún puedo recitar de memoria The Wall (1979) en su totalidad -otro de los discos "which blew my mind"), y en el caso de Rush la música, con las extraordinarias armonías vocales de Geddy Lee incluidas. De hecho, en la medida en que no ser un hablante nativo del inglés me lo permite, prefiero no prestarle mucha atención a las letras de Rush. Con todo y que es posible encontrar verdaderas novelas de CF rondando en ellas, suelen decepcionarme por su candidez. 

Pero toda regla tiene una excepción y esa, para mi, es King Crimson. No importa que deliberadamente evite varios de sus discos por serme impenetrables o que In the Wake of Poseidon (1970) me aburra por su fuerte parecido con el álbum debut, no puedo olvidar el asombro de mi primera escucha de In the Court of the Crimson King (1969), ni puedo evitar que, por temporadas, alguna otra de sus obras me enamore y se convierta en una de mis acompañantes favoritas. Mi romance anterior fue con Red (1974), particularmente con "One More Red Nightmare", pero ahora Three of a Perfect Pair, viene a triangular la historia.

El bajo de Tony Levin es irresistible; Adrian Belew es mi consentido de todos los genios que han fungido como vocalistas de la banda (y sus guitarras no son opacadas ni por las de Fripp); "Three of a Perfect Pair" está demasiado cercana como para que no la cante; "Man With an Open Heart" tiene la combinación ideal entre ironía e idealización, más un toque oriental que se desquicia al ser interpretado por la banda; "Dig Me" con su metálica prosopopeya que hace a un automóvil suplicar por su vida, mientras describe el tristísimo paisaje de la obsolescencia; las piezas instrumentales son fascinantes, sobre todo el retorno de "Lark's Tongues in Aspic". ¿Cómo no amar este disco? ¿Cómo tolerar el decir de los conocedores que insisten en darle al Discipline (1981) el lugar del único trabajo importante de King Crimson durante los ochenta? 

Ocean Rain de Echo and the Bunnymen

Este es el álbum que contiene "The Killing Moon" y bastaría con decir eso, si esta canción no estuviera acompañada también por "Nocturnal Me" y "Ocean Rain". Nada mal para un disco cuya calidad fue tan cuestionada tras su lanzamiento.

The Smiths (homónimo)

Una palabra, y tendrán que perdonar mi francés: huevos. No cualquiera se atreve a abrir un disco, y mucho menos el debut, con una canción como "Reel Around the Fountain". La letra, sardónica, inteligente, como todas las que escribe Morrissey, retrata las consecuencias de la seducción en la psique de un chico y, a pesar de que el abuso sexual está implícito, es lo suficientemente críptica como para montar al escucha en los avatares del deseo, sin que interese lo retorcido que este pueda ser. No se logra lo mismo con "The Hand That Rocks the Cradle" que, con toda su sutileza, es espeluznante. 

Tampoco cualquiera se atreve a cerrar un álbum, haciendo referencia a uno de los episodios más vergonzosos en la historia reciente del lugar donde se publica. "Suffer Little Children" relata los llamados "Moor murders" acaecidos en Manchester durante los sesenta. Cinco niños desaparecidos; por lo menos cuatro de ellos, abusados; asesinados todos por una pareja con su propia historia de violencia a cuestas. Para la fecha en que The Smiths publica la canción, sólo los cuerpos de tres víctimas habían sido recuperados, situación que fue motivo de ridículo para la autoridades de la ciudad.

¿Hace falta más actitud? ¿Qué tal incluir un sencillo ("Hand in Glove") que ya había fracasado en las listas pop y a después de ese gesto repetirlo, como si de una venganza ante el mal gusto se tratara, en cada colección de éxitos? O lo escuchas, o lo escuchas. Hasta que la frase "the sun shines out of our behinds", se convierta en la manera natural para describir un instante de singular felicidad. 

Mi consentida es "Still Ill" y ahí va la letra:

I decree today that life 
Is simply taking and not giving 
England is mine - it owes me a living 
But ask me why, and I'll spit in your eye 
Oh, ask me why, and I'll spit in your eye 
But we cannot cling to the old dreams anymore 
No, we cannot cling to those dreams 

Does the body rule the mind 
Or does the mind rule the body ? 
I don´t know....

Under the iron bridge we kissed 
And although I ended up with sore lips 
It just wasn't like the old days anymore 
No, it wasn't like those days 
Am I still ill ?
Oh ... 

Does the body rule the mind 
Or does the mind rule the body ? 
I don´t know...

Ask me why, and I'll die 
Oh, ask me why, and I'll die 
And if you must, go to work - tomorrow 
Well, if I were you I wouldn't bother 
For there are brighter sides to life 
And I should know, because I've seen them 
But not very often ...
Under the iron bridge we kissed 
And although I ended up with sore lips 
It just wasn't like the old days anymore 
No, it wasn't like those days 
Am I still ill ? 
Oh ... 

Sí, siempre estaré enferma del síndrome The Smiths.

Adenda: Incluyo a este disco en la lista de los redescubiertos, pues los que me enfermaron (and blew my mind as well) fueron The Queen Is Dead (1986), Strangeways Here We Come (1987) y la compilación de sencillos y lados B Louder Than Bombs (1987).

Let It Be de The Replacements

Dejé este disco para el final de la nota ya que se trata del relámpago que me tiró en el sillón y me tuvo a todas horas cantando varios de sus cortes. Esta maravilla es la renuncia de The Replacements a la seguridad de haberse posicionado como representantes del hardcore. Es un álbum con influencias tan diversas como el blues de Chicago y el metal. Es un álbum de crecimiento, no únicamente en el sentido musical sino también por los tópicos de sus letras. Es el álbum que se convertiría en clásico para la banda (aunque el siguiente, Tim (1985), en algunas listas pretenda robarle ese privilegio).

No puedo decir mucho sobre él. Para variar, no me alcanzan las palabras. Se me ocurre, por ejemplo, que este es el álbum que hay que escuchar si alguna vez fueron adolescentes angustiados, de esos que sentían que no encajaban en ningún sitio, y crecieron soñando que alguna vez eso cambiaría sólo para encontrarse, quince años más tarde, en el mismo estado, cargando además una terrible decepción frente a todo lo que creían. O no, mejor no hay que escucharlo porque, si no se han convertido en cínicos entonces van a llorar.

Creo que vale cada lágrima, sin embargo.

Las más lloradas:

"Androgynous" y "Answering Machine"

La tortura ineludible (es demasiado bella para querer huirle al masoquismo):

"Unsatisfied"

Look me in the eye
Then, tell me that I'm satisfied
Was you satisfied?
Look me in the eye
Then, tell me that I'm satisfied
Hey, are you satisfied?

And it goes so slowly on
Everything I've ever wanted
Tell me what's wrong

Look me in the eye
And tell me that I'm satisfied
Were you satisfied?
Look me in the eye
Then, tell me I'm satisfied
And now are you satisfied?

Everything goes
Well, anything goes all of the time
Everything you dream of
Is right in front of you
And everything is a lie/And liberty is a lie

Look me in the eye
And tell me that I'm satisfed
Look me in the eye
Unsatisfied
I'm so, I'm so unsatisfied
I'm so dissatisfied
I'm so, I'm so unsatisfied
I'm so unsatisfied
Well, I'm a
I'm so, I'm so unsatisfied
I'm so dissatis, dissatis...
I'm so

Y la música, las guitarras. La voz de Westerberg, los énfasis y los cambios de tono; la desesperación de la garganta cerrada. La profecía de aquel otro desesperado, Kurt Cobain, adelantada casi un lustro. Sí, mejor sí hay que escucharlo.

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