Saturday, January 24, 2015

All the love gone bad turned my world to black


Durante estos días me he reencontrado con muchos de los discos que escuchaba cuando era extremadamente joven. Ahora, algunos de ellos me parecen bastante ridículos aunque no puedo evitar sentir un extraño cariño por ellos. A esos álbumes les debo haber comenzado a interesarme seriamente por la música; por el Rock. Otros siguen sonando muy bien y, algunos, podrían abrirse paso a mi lista de "Records that blew my mind".

En 1991, por ejemplo, se publicaron el Nevermind y el Ten de Nirvana y Pearl Jam, respectivamente. Joyitas del Grunge con altas dosis de infelicidad gritadas hasta el desgarro.

También, es el año del retorno de (The) Cure con Wish, después de que hicieran creer a sus fans que dejarían de torturarnos con su oscuridad. El año del sentidísimo (melodramático) The World Inside de Human Drama y del álbum postrero que Freddy Mercury habría de grabar con Queen, el conmovedor Innuendo, pero además es el año en que a Siouxsie and the Banshees le entra el bicho pop con el Superstition y a David Bowie el del old school Rock 'n' Roll con el Tin Machine II.

En 1991, Guns 'n' Roses enloquece e intenta dejar de ser una banda cañera (muy divertida, por cierto)con el lanzamiento de sus dos Use Your Illusion para terminar rayando en el aburrimiento (mismo caso que con Metallica y su disco negro), mientras que, a pesar de todos sus defectos, U2 consigue con el Achtung Baby armar una hermosa colección de euro-pop.

R.E.M. lanza su popular Out of Time y Pixies el viajadísimo Trompe le Monde. Prince consiguió enamorarme con sus marranadas en el Diamonds and Pearls y los Pet Shop Boys con su antología llamada Discography.

Más tarde en la vida descubriría otros álbumes extraordinarios de ese año como Kill Uncle de Morrissey, Yerself Is Steam de Mercury Rev, The María Dimension y The Lovers de The Legendary Pink Dots, The Ghost Sonata de Tuxedomoon y el enorme Plague Mass de Diamanda Galás. A los últimos tres les debo una nota. Será en otro momento... por hoy me encuentro cómoda en el tren de los recuerdos. 

Wednesday, November 26, 2014

Records That Blew My Mind. Part 4



1989 (¡qué año!)

Disintegration de The Cure

Mi primer álbum de The Cure. El primero, otra vez, después de varios mixtapes (en especial de uno extraordinario en el cual, un verdadero DJ, mezclaba los éxitos más bailables de la banda con rolas de Depeche Mode).

"Plainsong" es quizá una de la menos valoradas pero más hermosas love songs que ha escrito The Cure. La atmósfera que construye gracias a las notas sostenidas de los sintetizadores, el sonido de cristales, los ecos, establecen la vibra general del disco. Además, la letra presenta uno de los temas recurrentes del resto de las canciones, el éxtasis amoroso acompañado de una inminente sensación de transitoriedad; una aproximación a la "nostalgia del futuro" que he planteado antes como esa sensación de que nada puede perdurar. No importa qué tan bello u horrendo sea, todo desaparece.

A pesar de que Robert Smith relata su intención de quebrar con este disco la fácil popularidad de la que gozaba la banda y de los temores de Elektra respecto a si se estarían dirigiendo al suicidio comercial, tiene cuatro sencillos que ocuparon buenos lugares en las listas: "Pictures of You" (segunda rola del álbum), "Lovesong" (cuarta), "Lullaby" (sexta) y "Fascination Street" (séptima). No escribiré sobre ellas. Son las más conocidas, las más cantadas en los conciertos maratónicos que caracterizan a The Cure y, para ser franca, con el paso del tiempo y miles (en serio) de escuchas me han llegado a resultar cansinas.

Las que no dejan de hacer que se me erice la piel son, como adelantaba, "Plainsong" y el oscurísimo combo de "Prayers for Rain", "The Same Deep Water as You", "Disintegration" y "Homesick. Todas y cada una de ellas plagadas con ideas de ruptura: 

"And the wind is blowing like it's the end of the world"

"You shatter me your grip on me a hold on me so dull it kills"

"And laughing break the mirror sweet so we shall be together"

"Breaking apart like I'm made up of glass again"

"My eyes are bursting hearts in a blood-stained sky" 

Todas ellas pletóricas de la certeza del deterioro ya sea del amor, de la amistad, de la autoimagen o, incluso, del cuerpo con el paso de los años:

"'I think I'm old and I'm feeling the pain,' you said"

"And tired the hours all spent on killing time again all waiting for the rain"

"Kiss me goodbye pushing out before I sleep"

"It's easier for me to get closer to heaven than ever feel whole again"

"Oh just one more and I'll walk away all the everything you win turns to nothing today"


Qué decir de "Untitled", el pequeño monstruo al que se rehúsa concederle un nombre, y sus dos últimos versos

"I'll never lose this pain
Never dream of you again"


Imposible una despedida más amarga.

¿Cómo pasar la adolescencia con este álbum como compañía y salir entero de la experiencia? Para averiguarlo necesitaré otra vida. Sin embargo, sonrío, identificada con la belleza de las últimas líneas de "Planisong".

"Sometimes you make me feel like I'm living at the edge of the world, like I'm living at the edge of the world.
'It's just the way I smile,' you said"



Thursday, October 23, 2014

We'll ride from disguised suburban graves



¿Por qué Suede es tan especial?


Dos notas muy buenas, una rescatada de The Guardian y otra de The Quietus, antes de mi propia respuesta (y del ridículo de mi escritura frente a la de estos señores).





Friday, October 10, 2014

Time spent well is so rare


Roxy Music "Chance Meeting"

Roxy Music 1972


I never thought I'd seen you again
Where have you been until now'
Well how are you' how have you been'
It's a long time since we last met
It seems like yesterday when I
First saw you in your red dress smile
How could I forget that day
I know that time spent well is so rare








Sunday, September 21, 2014

Records That Blew My Mind. Part 3


1989



Love and Rockets/Swing! de Love and Rockets


También este es el primer álbum entero que escuché de la banda. Insisto, con todo y los beneficios de los mixtapes, el primero es el primero. Lo conseguí tarde, por ahí del 2003, pues había estado descontinuado un tiempo. En compensación, me topé con una edición especial que, además de contener la inquietante "Dreamtime", unos remixes salvajes de "Motorcycle" y "No Big Deal", tentaba con el atractivo de un disco extra titulado Swing!

Podría seguirme de largo y escribir vehementemente sobre la sorpresa que me produjo este EP; sobre por qué es uno de esos objetos que siempre figurarán en mi equipaje hipotético para viajar a un planeta distante, pero sería injusta. Love and Rockets es una joya por derecho propio y, si no hubiera estado a la caza de este disco, el Swing! no estaría en mis manos.

Uno de los motivos por los cuales Love and Rockets o, quizá, debiera decir Daniel Ash, comenzaron a llamar mi atención es la facilidad con que decodifican las fórmulas de un determinado subgénero musical para regurgitarlas después. En el caso del álbum que me ocupa, si bien, en términos generales, se trata de un retorno a las raíces más psicodélicas y góticas de la banda tras el Earth, Sun, Moon, contiene cortes como "No Big Deal" y "Bound for Hell" en que las influencias del Country son evidentes, perfectas para el square dancing. "So Alive", el más grande éxito de la banda a nivel mundial, es una suerte de Mento (un ritmo jamaiquino malentendido como Calipso desde que Belafonte lo puso de moda) sobre el que se montan una estructura vocal aterciopelada y unos coros de ensueño cortesía de la persistente devoción de la banda hacia T. Rex. "Rock and Roll Babylon" cubre con todos los requisitos necesarios para hacerse pasar por un "Beatles' anthem", orquesta incluida, y cómo olvidar el delicioso cinismo jazzy de "No Words No More". Sin embargo, esta extraña colección de estilos no suena a otra cosa que a Love and Rockets. Las gradaciones musicales que producen pueden ser dulces, melódicas, amargas, divertidas, ambientales ("The Purest Blue" por ejemplo), violentas, pero se mantienen siempre coherentes, siempre consistentes consigo mismos.

Esto me parece extraordinario. Pocas son las bandas capaces de crear un sonido tan personal como para que la experimentación con sus influencias no lo ahogue, y todavía menos las bandas que logran presentar las estructuras prístinas de esas influencias, cual si se tratara del examen de una radiografía, valiéndose únicamente de sus propias reglas y manías de interpretación. En el caso del EP Swing!, el nombre lo dice todo. Se trata de un proyecto inconcluso en que Love and Rockets retoma este estilo (junto con algo de Rockabilly), lo filtra por el tamiz de la muy peculiar escucha de sus integrantes (recuérdese por favor la extraordinaria transformación que hacen sufrir a "Telegram Sam" cuando aún se encontraban en Bauhaus) y lo devuelve como un conjunto de cinco canciones que exponen todos los matices de sensualidad ocultos en él.

Una probadita:






No dejo de preguntarme cuál es el secreto. ¿Serán las líneas que Ash, con su guitarra y su saxofón inconfundibles, escribe para la mancuerna incestuosa entre los dos Haskins a manera de soundtrack? ¿Será una afortunada atrofia en la escucha que permite crear hermosos monstruos a partir de los fragmentos cadavéricos de la historia del Rock? Al final, no tiene relevancia si nunca lo descubro. Lo importante es ese sonido, brutal, único, alojado en mi cabeza.